Tengo una carpeta que ocupa casi 2 gigabytes con montones de diversos archivos PDF.
Cada vez que noto que se me está acabando el espacio en el disco duro de mi computador, me armo de valor y tomo la firme decisión de limpiarla.
Sin embargo, cuando pongo los archivos en orden cronológico para empezar a borrar los más antiguos primero, me detengo por un segundo cuando empiezo a notar que la carpeta cuenta mi historia reciente con bastante precisión. Examino con cuidado los archivos y encuentro reflejados mis intereses y actividades de los últimos 4 años (cuando que compré mi actual computador). Puedo ver como y cuando cambiaron, dependiendo de si estudiaba o trabajaba, y sobre qué temas trataban mis proyectos de trabajo, investigación y hobbies por ese entonces.
Encuentro por ejemplo, en orden cronológico, recibos de pago de la última empresa donde trabajé en Colombia, luego papeles requeridos por la embajada de España para el trámite de mi visa de estudiante, después papeles de matrícula de la universidad donde estudio ahora, y por último flyers de actividades lúdica de la empresa donde trabajo actualmente.
Y todo se alterna con manuales y folletos informativos de equipos de audio en los cuales he he interesado a través del tiempo.
Después de un rato ojeando archivos, pierdo mi valentía inicial.
Creo que nunca limpiaré esa carpeta. En cambio la dejaré crecer, y eventualmente le cambiaré el nombre a “Nostalgia”.