Mi amiga Natalia trabaja para un millonario alemán llamado Manfred Schmidt que trabaja en algo parecido a relaciones publicas. El tipo tiene mucha propiedades, y entre ellas esta una finca que normalmente cuidan unos alemanes, pero que este fin de semana iba a estar sola pues ellos se iban de vacaciones. Natalia se ofreció a cuidarla siempre y cuando no estuviera sola, así que el tipo le pago el viaje a Diana (la hermana de Natalia, mas conocida como La Gato) y encima le pago a ambas por cuidar la finca. Cuando supe esto, me sentí tumbado, pero finalmente no gaste mas que lo que me costaron los recorridos de tren (menos de €10).
El sabado cogí (tomé) el Renfe (empresa de trenes españoles) rumbo a Hostalric, que es un pueblo cercano. Diana y Natalia me recogieron afuera de un supermercado cercano en una camioneta de la finca, y de ahi nos dirigimos a Arbucies, que es otro pueblo como a 15 minutos en carro, cerca al cual esta realmente la finca. Llegamos a ella después de unos 10 minutos de carretera destapada a través de un bosque muy bonito. Y la finca es una cosa loca. Yo llegue de noche asi que muchas cosas las fui descubriendo poco a poco, pero esto es lo primero que uno se encuentra:
Esa es una de las piscinas (mas abajo muestro la otra) y la fachada lateral de la casa principal. Digo principal pues dentro de los predios de la finca hay unas 5 o 6 edificaciones grandes: la principal, una donde se guardan herramientas y quien sabe que mas, otra que es gimnasio-entretenimiento-teatro (se ve arriba a la izquierda en la foto, y es loquísimo, con videobeam, parlantes, pantalla, sillas ya hasta una palmera bajo techo), la de los que cuidan que no es nada pequeña y otra con varios apartamentos y una suuuper oficina:
Esta es la otra piscina. El techo se puede correr mediante un sistema electric0-mecánico, así que en invierno se cubre y se puede climatizar. Sin embargo la construyeron bajo unos cables de electricidad, y no se puede usar, así que esta ahí pudriéndose:
Aquí hay otra vista de la fachada frontal de la casa principal. Esas bolitas que se ven alumbran y están diseminadas por toda la finca, quiero decir por toda, incluyendo el terreno, en el bosque, por todas partes:
A la derecha de la anterior foto esta la casa de los que cuidan, y un poco mas allá el sauna, el jacuzzi, el turco…
Al día siguiente fuimos a “contar las ovejas” que es, al parecer, una de las actividades obligadas. No fue difícil, son solo 10 y un burro peludo que hace las veces de pastor:
Al fondo se ve un carrito que usan para transportar leña o comida para los animales, y que es lo ubico que Natalia sabe manejar 🙂
Un rato después me metí y las ovejas y el burro se asustaron. Finalmente el heroico burro las guió lejos de mi peligrosa amenaza, haciendo evidente su desempeño como pastor:
Por la tarde subió un amigo de Diana a quien llaman Mitos, y cenamos con el. Ya que hablo de comía menciono que había una cava en el sótano, a la cual por elevado no le tome fotos. No era cualquier cava por supuesto. Ahí había vinos de todo tipo, desde baratos de €20 hasta algunos de miles de euros. Y tomamos todos los que quisimos, pero evidentemente de los mas baratos. Me falto documentar algunas cosas, lo confieso. La casa es muy grande, tiene un sistema de calefacción central, 2 comedores, sala con chimenea (que aprendí a encender el primer día!), cocina con una despensa enorme, estudio, 2 baños (uno de ellos con tina masajeadora) y 5 habitaciones con todos los lujos. El tipo tiene ademas una obsesión con las luces, por todos lados hay lamparitas curiosas. Por ejemplo, esta estaba en mi habitación:
Por la noche nos metimos al sauna y recibimos la visita inesperada del elegante y atractivo propietario de la revista Playboy, Hugh Hefner:
A medida que avanzaba la noche me fui dando cuenta de cosas extrañas: un pastel en el horno, unas bombas infladas en uno de los comedores, cuchicheos… pensé que algún fantasma estaría rondando la casa, pero no, era que me estaban preparando una mini-fiesta sorpresa de cumpleaños. Desafortunadamente lo descubrí todo, incluyendo una espátula para servir tortas que 4 botones con la que pensaban también sorprenderme. Al oprimir los botones, suenan las canciones de cumpleaños, la marcha nupcial, alguna pieza relacionada con las graduaciones y “porque es un buen compañero…”. Se me hace ahora un adminiculo indispensable, y estoy desesperado buscándolo por todo Barcelona porque me siento incapaz de vivir sin el:
Finalmente les muestro a Manfred Schmidt, nuestro benefactor de fin de semana, en una foto tallada en un vidrio que tiene en la sala:
Como les mencione el tipo tiene muchas propiedades, entre ellas un apartamento de lujo sobre la Plaza de Catalunya (en mi Flickr hay una panorámica de la plaza tomada desde el balcón). Resulta que esta finca la usa principalmente para invitar gente y consentirla, así que tiene todos los lujos. La sensación que queda después de pasar por allá es la de haber estado en un hotel, mas que en una finca.
Y bueh, esa fue la foto-crónica. Y de paso el estreno de mi blog.
Chau!